domingo, 28 de octubre de 2007

La leyenda del cambio de hora







Han perpetrado el cambio de hora. A las 2 los relojes adelantarán sus manecillas hasta las 8, también está en estudio que los viernes pasen a ser lunes y corren rumores infundados de que los años de cotización a la Seguridad Social pueden atrasarse en 4. El Impuesto sobre la Renta empezará este ejercicio a pagarse con seis años de anticipación, la hora del aperitivo se desplazará a la noche y los Juegos Olímpicos se celebrarán cada seis meses. La lista de bobadas es tan larga como la imaginación que uno tenga, si la mamarrachada viene escrita en un informe de un foro internacional entonces la pollada se convierte en dogma cívico.


El cambio de hora es el súmmum de las leyendas urbanas. No hay ni un sólo informe concluyente de que esto suponga un beneficio económico para el conjunto de naciones que lo aplican pero da igual, se hace y punto. Siempre habrá bobos que callen por miedo a lo que puedan decir otros bobos.


Al fin y al cabo, si los políticos no pueden cambiar el mundo con verdades, que nos cambien la hora con mentiras no tiene tanta importancia.



El cambio de horario es una estupidez y una auténtica chorrada. Es falso que se produzca un ahorro energético. Los datos del Ministerio de Industria no son reales. Lo único que se consigue con adelantar o atrasar el reloj es desplazar el horario civil. Lo que ahorramos por la noche lo gastamos por la mañana. Hay tantos trasnochadores como madrugadores. Lo que pasa es que los países de la Unión Europea lo siguen aplicando por inercia administrativa. Costó mucho ponerse de acuerdo para cambiar el horario y los gobiernos tienen otras cosas que hacer que volver a cambiarlo.


Manuel Toharia, Director del Museo de las Ciencias de Valencia

4 comentarios:

Meteorismo galáctico dijo...

Amigo Ful:

Me parece indignante que pongas en duda la honestidad de la actuación de nuestras Instituciones Democráticas. Si hace años se reunió un “Comité de Sabios” para hacer un estudio exhaustivo sobre las bondades de adelantar o atrasar la hora, nosotros, pobres e ignorantes diablos, no tenemos derecho a dudar de su profesionalidad ni de la exactitud de las conclusiones a las que llegaron, nuestra misión es acatar sin rechistar esta importante decisión.

¡VIVA LA FE CIEGA EN LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS!
¡VIVA EL REY, GARANTE DE LA NECEDAD SOCIAL!
¡VIVA BORJA THYSSEN, PALADÍN DE LOS NECIOS!

P.D.- Manuel Toharia siempre ha sido un gruñón.

Ful dijo...

Hay que ahorrar, que sino luego falta luz para los árboles de navidad y la decoración hortera de los balcones

Jajaja dijo...

A mí, la verdad, es que el cambio de horario no me produce disfunciones en el sueño, ni cefaleas, ni problemas gastrointestinales, ni el más mínimo efecto. Pero tampoco le veo demasiadas ventajas.

Aquí os dejo un enlace a Kriptópolis, donde un individuo ha publicado un artículo sobre el cambio de hora en el que lo estudia de una forma bastante seria, apartándose del modelo "conversación de viejas" (la de la salud, no la de lo maleducada que es ahora la juventud) habitual en los artículos sobre este tema.

Ful dijo...

Gracias jajaja, lo he leído. Totalmente de acuerdo