¿Hasta cuando vamos a oír la tontería esa del Espíritu Olímpico? ¿Significa que los varones han de correr en pelotas dando vueltas por el estadio? ¿Qué las mujeres no pueden entrar a ver las competiciones o que hay que matar un borrego en honor a Zeus para que luego se lo coman los sacerdotes? ¿Qué hostias es exactamente el Espíritu Olímpico? ¿Interrumpir las guerras hasta que veinte mil niños vestidos de pingüino hagan el idiota y clausuren los Juegos?
Y me viene a la memoria el negro aquel que casi se ahoga en la piscina porque ni llegaba a ninguna pared ni hacía pie, qué panzá a reír, o a Greg Louganis que se quería tirar del trampolín otra vez después de haberse abierto la cabeza en el salto anterior (hay que ser tonto, Greg) y si no la tal Andersen que parecía el Michael Jackson de “Thriller” entrando al Estadio en la prueba de Maratón, total pa qué, será por lo del Espíritu ese.
No nos engañemos, jolines, que la gente no valora el trabajo de los profesionales, que no, realmente lo que quiere es llorar con el jamaicano que ha perdido un zapato en la prueba de los diez kilómetros o la historieta de la joven que se pasó encerrada en su garaje durante seis años haciendo sólo abdominales y que no participó por una inoportuna hernia discal.
El deporte es importante cuando se sabe lo que se quiere y se hace con cabeza, el Espíritu Olímpico hay que dejárselo a los inversores, marujas de lágrima fácil y televidentes de copa y puro.
(El que subscribe ha sido entrenador de alto rendimiento y ha representado a España en competiciones internacionales)
Y me viene a la memoria el negro aquel que casi se ahoga en la piscina porque ni llegaba a ninguna pared ni hacía pie, qué panzá a reír, o a Greg Louganis que se quería tirar del trampolín otra vez después de haberse abierto la cabeza en el salto anterior (hay que ser tonto, Greg) y si no la tal Andersen que parecía el Michael Jackson de “Thriller” entrando al Estadio en la prueba de Maratón, total pa qué, será por lo del Espíritu ese.
No nos engañemos, jolines, que la gente no valora el trabajo de los profesionales, que no, realmente lo que quiere es llorar con el jamaicano que ha perdido un zapato en la prueba de los diez kilómetros o la historieta de la joven que se pasó encerrada en su garaje durante seis años haciendo sólo abdominales y que no participó por una inoportuna hernia discal.
El deporte es importante cuando se sabe lo que se quiere y se hace con cabeza, el Espíritu Olímpico hay que dejárselo a los inversores, marujas de lágrima fácil y televidentes de copa y puro.
(El que subscribe ha sido entrenador de alto rendimiento y ha representado a España en competiciones internacionales)
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6 comentarios:
Eres un fanfarrón. Decir que has sido entrenador olímpico. Has caido bajo amigo mio. Pero no importa, así podrás subir más.
Respecto a "Mujer Pecado" es mio, solo mio.
Yo no he dicho nada de haber sido entrenador olímpico, pero no puedo ocultar la realidad y aún en ese caso y aunque tampoco hubiera sido lo que digo que fui, el artículo se habría escríto de la misma manera, eso no quita que me sienta un fanfarrón como tampoco interfiere en que tu "Mujer Pecado" sea un puñado de palabras tiradas al azar, ja ja ja (continuará)
¿Qué pasa que sólo vosotros dos podéis escribir en el blog? Pues vaya democracia de mierda. Poner vuestras fotos para que las saquen impresas y os pongan un ramillete de narcisos todos los días.
Por cierto acabo de ver que Ful YA HA COLOCADO SU FOTO EN LA WEB. No esperaba menos de tí, Narcisus ego
Querida carmencilla, me molesta que digas que este blog no es democrático, escucha: AQUÍ UN HOMBRE ES IGUAL A UN VOTO, lamento que seas mujer*
*(antes que me empaquete la Asociación de Feministas del Condado les ruego que lo tomen como una licencia humorística, además a mi a la cárcel no me lleváis por que me cambio de sexo y a tomar por Úrculo)
¿Quien coño es Carmencita?
Identificate tu capullina y pon tu afoto y tu dirección de correo eléctrico.
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