sábado, 27 de mayo de 2006

Contenedor lila para el reciclado de tontoelpijos


(A Dudín In Memoriam)
Hubo un tiempo en el que el español vivía asalvajado sin tener conciencia del reciclaje, no cabía en su cabeza la necesidad de depositar la basura debidamente separada en contenedores diferenciados, el pobrecito iba con su bolsa de tela para el pan con la palabra bordada “pan” cuando iba a comprar el pan y también gustaba llevar una botella vacía de leche grabada con la palabra “leche” cuando tenía que comprar leche. Era tan anacrónico que jamás se le hubiera pasado por la cabeza pedir manojos de bolsas de plástico en el Mercadona llevando su capaza, ni packs con envases de cristal NO retornables sin posibilidad de rascar unos durillos al tendero por el casco. En las bodegas llenaba su garrafa de tinto bien fregadita porque entonces no se conocían los tetrabrick de Don Simón (pronúnciese: saimon) y si se le pinchaba una rueda con un parche se solucionaba el apuro sin comprar la rueda entera tubeless . Los relojes de pulsera eran de péndulo y no necesitaban pila de níquel-cadmio, os juro que la gente sabía la hora que era. La cuchilla de afeitar te duraba media edad adulta sin necesidad de quitar y poner cabezales desechables. Una maceta de albahaca en la ventana podía sustituir a cuarenta tabletas fogo-electric antimosquitos.
En el bar te servían las hamburguesa en un plato que luego fregaban, eso sí, no quedaba tan bonito como encotrar el filete entre cartonajes rodeado de plásticos llenos de kechup y big vasos con Coca-cola de un sólo úso. Para concienciar a los niños sobre el medio ambiente no hacía falta trípticos, globos con arbolitos, gorras de cartón, ni pegatinas, bastaba explicarlo en una pizarra de las de tiza.

Los tiempos avanzan y ahora lo megaguay es separar. La Bio-religión predica convertir las aceras en filas de gigantescas vagonetas muliticolores en donde depositar separados la multitud de desechos superprácticos encontrando un tren de la bruja en cada calle, para que con nuestro pequeño sacrificio diario ayudemos al pobre contratista a no tener que meter obreros en su planta de reciclado como era habitual, a reducir costes empresariales sin descuento en nuestro recibo de basura, colocando recipientes grandes y cada vez más grandes convertidos ya en las genuinas esculturas urbanas de nuestro tiempo “Oiga, por favor ¿la plaza de Santa Catalina? – Ah, sí, ahí ... detrás de los contenedores".
Containers for smart ass recycling
(To Dudin in memoriam)
Once upon a time Spaniards had a wild life, no conscious of recycling, it was unthinkable the utility of placing garbage correctly separated in suitable containers the poor man carried a rag bag embroidered with the word “bread” when he was going to buy some bread and he also used to take a empty bottle marked with word “milk” when he used to buy some milk. He was so old-fashioned that never would have asked a bunch of free bags in mall having his own basket or no returned glass packs if he could barely get spare coins turning the empty bottles back. In wine shop he filled his demijohn very well washed because it was not known Don Simon Tetra bricks (pronounced with foreign accent) and if you had a puncture it was not necessary to buy the whole tubeless wheel, just a patch was enough. Wristwatches needed a pendulum mechanism and not nickel-cadmium battery, I swear people know what the time was. Razor blade used to last medium adult age and was not necessary to remove disposable razors. A basil pot under his window could substitute forty electric tablets against bugs.
In the bar your hamburger was served on a plate and it was washed later however it was not so nice than finding the meat slice among cardboards surrounded with plastic bags filled of ketchup and big Coke disposable glasses . To arouse the children on the environment it was not necessary to have three-page leaflets, balloons decorated with little trees, neither caps of cardboard, nor stickers, was enough to explain it in a blackboard with a chalk.
The times progress and now the fashion megacool is separating. The Bio-religion preaches to turn the sidewalks into rows of gigantic coloured trucks where to deposit well separated a lot of superpractical tailing finding a carousel train in every street, so with our small daily sacrifice we help the poor contractor not to have to put workers in his recycling plant as usual to reducing managerial costs without discount in our receipt or garbage, placing big containers turned already into the genuine urban sculptures of our time “Excuse me, Do you know where Santa Catalina square is? –Of course I do, there… behind the containers”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre D. Fulgencio Serrano saca su vital energia para enseñarnos, con la lógica filosófia adquirida en la Ribera, como las cosas en el pasado, en gran parte, eran mejor. Coincido nuevamente con sus palabras y aplaudo esa sencillez y sensatez de vocablos tan bien ordenados.

Quizás algún día nos demos cuenta de que lo mejor para reciclar es dejar de comprar todo aquello que es desechable, pedir aquello que es retornable. Así las empresas buscarán ser más ecológicas y ahorraran costes y nosotros contaminaremos menos.


jose f.

Meg dijo...

Jajaja, llevas toda la razón del mundo, nos hemos vuelto productores-de-basura. Yo soy una colgá que siempre lleva una bolsa de tela en el bolso cuando sabe que tiene que pasar por el súper a traerse cuarto y mitad de jamón york en lonchas finas y chocolate con pepitas de cacao. Y anda que no mola mi bolsa del Museo del Chocolate de Colonia, en Alemania, todos los que van a hacer compra suelen llevarla, si no, a pagar las bolsas de plástico que te llevas.

Sra. Amparo dijo...

Recuerdo que cuando estuve en Bruselas y otros sitios de Bélgica, así como en Estrasburgo, me sorprendí de ver que no ha contenedores de basura. Supongo que los habrá soterrados o algo así, pero delante de cada casa se veía por las tardes una pequeña bolsa de basura que se recogía y no se veía nada nada pero nada de suciedad por las calles.

Lo peor es que esxistiendo contendores para reciclar hay gente que no sólo es que no recicla, es que deja bolsa enormes de basura en el suelo. Una vergüenza, la gente es muy marrana, por no decir de algunos contenedores que tienen toda la basura fuera de los mendigos que rebuscan y que luego no se limpia. El alcalde alrdeará de muchas cosas, luego el centro estará limpio, pero todo lo que no es el centro es una mierda. Mierda pura.